En esta página puede obtener un análisis detallado de una palabra o frase, producido utilizando la mejor tecnología de inteligencia artificial hasta la fecha:
El protestantismo es una de las ramas del cristianismo. Existen aproximadamente 801 millones de protestantes, un 37 % del total de cristianos.[1] Los protestantes fueron originariamente grupos de disidentes que, alegando que la Iglesia católica venía incurriendo en numerosos errores teológicos, se separaron de esta en el siglo XVI, en un proceso que se denomina la Reforma protestante. Desde entonces, los protestantes niegan el primado del apóstol Pedro y por consiguiente la sucesión apostólica de los obispos de Roma y la eficacia de los sacramentos.[2] Los protestantes creen en el sacerdocio de todos los creyentes, la salvación solamente por la fe y no por las buenas obras, y la autoridad suprema de la Biblia por encima de la tradición apostólica (sola scriptura).[3]
El término protestante hacía referencia originariamente a los partidarios de las ideas luteranas de la Reforma en Alemania a raíz de su protesta y resistencia a los edictos imperiales que intentaban buscar la uniformidad religiosa de Alemania. Para otros, el apelativo se les atribuyó con ocasión de que los príncipes que seguían a Martín Lutero protestaron por no poder asistir a la Dieta de Espira en 1529, apelando al concilio.
La doctrina luterana (algunos elementos centrales de las propuestas de Martín Lutero, además de en las noventa y cinco tesis del manifiesto colocado en la puerta de la Iglesia de Todos los Santos de Wittenberg el 31 de octubre de 1517, se presentan en sus obras 'Catecismo Mayor' y 'Los Artículos de Esmalcalda') giraría en torno a la idea de que la Biblia es la única autoridad en materia de fe para la Iglesia y en la necesidad absoluta de la gracia de Dios para que el hombre, mediante la sola fe en Cristo y el Evangelio, pueda ser salvado por Dios en un acto de conversión interior.
El protestantismo también defiende las doctrinas de la absoluta depravación del hombre y su necesidad total de Dios, la sola mediación de Cristo, la sacramentalidad única del bautismo (cuando la persona reconoce su naturaleza pecaminosa), y la cena del Señor (cuando no son percibidos como símbolos) y las obras buenas como fruto de la fe sola. Además, rechaza la autoridad del papa, salvación por indulgencias, el bautismo de bebés, el purgatorio, el sacrificio incruento de la misa, la devoción a los santos y veneración a imágenes religiosas, el sacramento de la penitencia, la intercesión de la Virgen María y los santos difuntos.
El protestantismo es muy diverso, y es bastante más heterogéneo que la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa, tanto desde el punto de vista teológico como el eclesiástico.[4] El protestantismo no cuenta con una autoridad suprema ni tiene unidad estructural.[4] Los protestantes desarrollaron la idea de la «Iglesia invisible», que se contrapone a la posición católica, que ve en la Iglesia católica la única Iglesia verdadera, fundada por Jesús.
Debido a la diversidad de grupos que se sumaron al protestantismo y sus diferencias doctrinales, el mismo no se corresponde con el modelo de una sola iglesia ni una doctrina homogénea. A pesar de las coincidencias originales expresadas principalmente en las Cinco Solas, aun en sus orígenes, no se podría hablar de un movimiento sólidamente uniforme en este aspecto. El protestantismo habitualmente se expresa en tres tipos de movimientos o congregaciones:
Existen en el mundo más de 800 millones de protestantes, distribuidos en diferentes denominaciones que siguen diferentes líneas interpretativas de la Biblia.